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PRESIDENT CON FECHA DE CADUCIDAD

Por Octavi Franch , 12 enero, 2016

Carles Puigdemont y Casamajó. Gerundense. 53 años. Periodista. Ya tenemos President, por fin. Hemos tardado 3 meses y pico en saber quién sería la persona que lideraría el tránsito definitivo de comunidad autónoma a república independiente. Tan sólo lo llevará a cabo durante 18 meses. Después, ya se verá.

Desde siempre, he pregonado a los cuatro vientos y sus afluentes airosos que prefiero una Cataluña de derechas que una España de izquierdas. Porque ya hemos vivido muchos años (16 aproximadamente) dentro de un Estado Español supuestamente rojo y lo que provocaron es que nos pusiéramos rojos de tan sentirnos estafados, tanto a nivel económico como moral. Evidentemente, nunca me he planteado una España de derechas, un horror que hemos tenido que sufrir los catalanes aún más años que los que gobernaron los de las presuntas izquierdas. Hay que recordar, sin embargo, que Cataluña siempre ha sido una nación de derechas (Macià, Companys, Irla, Tarradellas, Pujol y Mas) y muy poco de izquierdas (Maragall y Montilla). Y, como acabamos de comprobar, el hecho de tener el país en manos de una izquierda satélite de los españoles tampoco nos favoreció en mucho.

Por lo tanto, ahora lo que toca es lo que ya radiografié hace meses antes de las elecciones del 27S: que el equipo A que ha de poner en marcha la maquinaria de despedida de Madrid (es decir Junqueras, Munté y Romeva, principalmente) se arremangue y lleve a cabo todo lo que figura en la hoja de ruta de la desconexión. Las dos patatas más calientes son, y serán, la concreción de la Hacienda propia y la política de exteriores para que Europa y el resto del mundo nos acepten, de todas todas, cuando dentro de un año y medio nos vayamos del paraíso de los borbones.

Si os fijáis, se daréis cuenta en seguida de que el perfil del nuevo y flamante 130º President de Cataluña es muy similar al del 129º, el ya ex President Mas: relativamente joven, afable, profesional, políglota, viajado, de Convergència de toda la vida y muy querido y admirado por su entorno político. De lo que ha ocurrido el último fin de semana, quiero destacar por encima de todo dos hechos: que el candidato final haya sido una persona tan idónea (de Convergència —era de justicia—, con experiencia de gobierno —alcaldía de Girona— y muy inmiscuido con el conocido como Proceso Catalán —presidente de la AMI, la asociación de los municipios por la independencia) y que la CUP, finalmente, haya votado 8 veces a favor con sólo 2 abstenciones, cuando a la inversa también habría sido válido. Son estas circunstancias tan excepcionales que hacen que cada día, un poco más, esté tan y tan orgulloso de haber nacido en la inminente Republic of Catalonia.