Problema económico número uno: la crisis ecológica
Por Juan Carlos Navarro , 9 febrero, 2015
Este problema es una realidad cada vez más presente en nuestras vidas, sobre todo en las de aquellos que ya están sufriendo sus primeras consecuencias. Nuestra capacidad de adaptación al planeta esta aún por decidirse. Recientemente, el Papa Francisco se ha ofrecido a encabezar una campaña contra el cambio climático. De hecho, cada vez son más las personalidades, empresas, gobiernos y asociaciones (con y sin ánimo de lucro) que se suman a esta lucha, sin duda decisiva, para el futuro de la humanidad.
Actualmente, la crisis planetaria va más allá del cambio climático, que en realidad, no es más que una parte del problema. En su libro Fin de l’Occident, naissance du monde, Hervé Kepmf intenta responder a una pregunta que él considera esencial, crucial, vital: ¿cual es el nivel de consumo material adecuado si queremos asegurar el bienestar de 9.000 millones de personas sin desencadenar desastres ecológicos incontrolables? Pues bien, nuestro autor nos explica que debemos tener en cuenta la necesidad de una transformación en nuestra sociedad. Para ello debemos tener presente un indicador, y este podría ser el de la cantidad de CO2 que cada persona debería emitir. Si bien es un indicador parcial, pues como hemos dicho antes el cambio climático no es más que una parte del problema, cubrir este flanco tendrá efectos positivos sobre los otros aspectos de la crisis ecológica. En 2.009, la revista científica Nature publicó un estudio en el cual se analizaban las condiciones necesarias para evitar que el calentamiento global sobrepase los 2°. Sobrepasar este límite de los 2° (fenómeno que el planeta no experimenta desde hace unos 100.000 anos), tendrá unas consecuencias bastante nefastas. Pero el caso es que para tener mayor número de posibilidades de limitar el calentamiento global a dicha temperatura, debemos limitar nuestras emisiones de CO2 entre los años 2.000 y 2.050 a un billón de toneladas. Sin embargo, desde el año 2.000, hemos emitido ya 300.000 millones de toneladas de CO2. Por tanto, debemos limitar nuestras emisiones a 700.000 millones de toneladas de aquí a 2.050… Así que la situación no tiene muy buena pinta, pero el cielo se nubla todavía más a la vez que observamos la llegada de los BRICS. He Jiankun, un especialista chino, nos describe en unas pocas palabras la situación y su solución: el espacio de emisión de CO2 ha sido ocupado en exceso por los actuales países desarrollados. Debemos reducir de forma masiva nuestras emisiones para dejar espacio a los países en desarrollo.
En conclusión, creo que la ecología no es simplemente un modo de pensar, sino la única forma de sobrevivir en este planeta. Para mí, la ecología no es una ideología, sino la adaptación del ser humano a las necesidades del planeta.
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