ROMERO BAREA PRESENTA LA NOVELA “MITZE KATZE”EN AGUILAR DE LA FRONTERA
Por José de María Romero Barea , 21 abril, 2016
La presentación de la novela “Mitze Katze” (Amargord, 2016), tendrá lugar en la Biblioteca Provincial de Aguilar de la Frontera, Córdoba, el próximo 29 de abril, organizada por la Fundación Vicente Núñez y el Ayuntamiento de la localidad. El acto tendrá lugar en plena Semana del Libro y la Lectura.
Acompaña al autor la profesora de la Universidad de Córdoba y amiga Leonor Martínez Serrano.
La crítica ha dicho de la obra narrativa de José de María Romero Barea:
“… un bello libro muy ambicioso y complejo … una novela escrita desde la poesía, con fragmentos breves y nerviosos cargados de intensidad y significados” (Fernando Iwasaki, prólogo de Hilados Coreografiados).
“… emociones dibujadas con elegancia … universales y eternas”. (Marina Bianchi, número 5 de Duende, Suplemento Cultural de la revista literaria italiana Quaderni Iberoamericani).
“…una novela desconcertante, excitante y brillante … con diferentes registros narrativos.” (Pedro Luis Ibáñez Lérida, en Mundiario).
“… personajes complejos y fluidos, sujetos a una perpetua metamorfosis … toda una metafísica, toda una epistemología y una filosofía del lenguaje.” (Leonor María Martínez Serrano, diario Luz de Levante).
A continuación, un capítulo de Mitze Katze:
“Esto es lo que ocurre justo al otro lado de la página, porque de este, Mitze escupe en el charco. De este, una lluvia cae como una letanía sobre las alas de murciélago, los ojos incandescentes, los pequeños cuernos y la piel dura como la roca de Mitze. Hace tanto tiempo que no tiene tiempo ni para escupir, ahí parado como lleva casi una hora, como si tuviera aún otra hora por delante para escupir y no necesitara ni comer ni beber. Estas son las cosas que han ido pasando, y con ellas se podría escribir un libro, una estupidez, otra, quiero decir, tan parecida a lo que va de libro. Me hubiera gustado escribir algo mejor, que es como decir un libro que sonara como los de Sebald y que fuera lírico y prosaico al mismo tiempo y en el que los paseos de Mitze y Katze por la ciudad fueran descritos en un estilo informal y sofisticado. Porque otra cosa es que los paseos que he descrito no lo sean. ¿No estaré haciendo yo lo mismo? O puede que me lo esté inventado o que, por fin, esté haciendo lo que se supone que tendría que haber hecho desde el principio: hablar de Mitze, hablar de él con un esquema aproximado, con los libros de Sebald que he leído en mente, no solo y perdido (como el propio Mitze) al principio de este relato, como me vi (y Mitze se ve) entonces, aparentando una seguridad que me era del todo ajena. ¿No debería describir el árbol bajo el que Mitze se sienta (un ciprés), sus cabellos empapados por la lluvia, su piel muy parecida a la piedra, las garras que utiliza en sus ataques, los alrededores del lugar donde Mitze se encuentra, el descampado donde Gina fue encontrada a los veinte días, atada de pies y manos, en avanzado estado de descomposición, el lejío junto al callejón del León, cerca de la avenida del Lielaupe, donde la mujer que vivía en villa Desierto, la dama del barrio maravillano de Colonia, como dijeron los periódicos, fue encontrada, amordazada y atada de pies y manos? Todo apunta a un homicidio, dijo la prensa, si bien por el avanzado estado de descomposición del cuerpo los médicos forenses que trabajaron en la escena del crimen no pudieron precisar la causa de la muerte. La víctima llevaba el móvil consigo, y en él se halló una agenda con números de teléfono, y uno de esos números era el del marido de la víctima, Tadeo Lind, que aseguró que el cadáver podría pertenecer a su mujer, de soltera Gina Tuuli. El cadáver presentaba un peculiar corte en la falange del dedo índice de la mano derecha, y según contó Tadeo Lind, su mujer sufrió un corte similar hace unos 10 años. El cuerpo fue enviado a la morgue de Maravilla y la autopsia se realizó luego de tres días de refrigeración. El caso lo investiga el fiscal de Maravilla Roberto Flores, la policía local y los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI), quienes tienen prácticamente confirmada la identidad de la víctima, que deja dos niños huérfanos, de nombre Nicholas y Vera, y no se conoce que tuviera problemas de adicción ni se conoce que ejerciera la prostitución. El fiscal Flores citará a declarar a los familiares y conocidos de Gina Tuuli para intentar reconstruir desde cuándo está desaparecida y qué había hecho los últimos días. (Pero estoy centrándome en Gina, y no os hablo de Mitze, que ahora escupe en un charco. ¿No debería describir el árbol bajo el que se sienta (¿he dicho que un ciprés?), los árboles que ve desde su chamizo? Mitze, el ciprés y la lluvia son un todo en el descampado junto al callejón del León, cerca de la avenida del Lielaupe. ¿Es necesario añadir que es una explanada sin flores (crisantemos amarillos o violetas o tulipanes), sin la vía de tren que la solía atravesar, sin un perro o un anciano o una tumba? Imagínense un lugar amplio y diáfano, algo fúnebre, con un cadáver en medio, corriente y moliente, un nombre anónimo. No sabría explicarles por qué. Me parece un final justo para Gina, a lo mejor por la lluvia y los charcos, por la tranquilidad con la que Gina se encamina a la putrefacción, por la vitalidad de los rosales que no crecen a ambos lados, por la cotidianidad de autobuses y mujeres que no pasan a esa hora del día. Por esa tumba sin objetos, ni trasiego de mulos.”
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