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Un futuro laboral inesperado

Por Clara Cordero , 25 febrero, 2015

Ha llegado el momento de plantarse.

La educación académica tal y como está concebida no soluciona nuestros problemas cuando alcanzamos el mercado laboral. Todos se desvanece, y continuamente nos requieren nuevos aprendizajes, nuevos cursos, un sigue y suma que lejos de proveerte de algún acceso seguro al mercado laboral, solo provoca desesperanza porque nunca llega.

La educación formal se queda obsoleta. Aparece la educación informal como la vía más apropiada para alcanzar nuestras metas, para alcanzar un futuro más o menos estable en el mercado laboral. Podemos crear nuestro propio itinerario de aprendizaje y de esa manera, por lo menos, accedemos a lo que queremos desarrollar, cómo queremos crecer.

Pero todo ello pasa por dejar de lado nuestras creencias, donde un puesto laboral lo es todo, donde nos acomodamos a una situación para seguir así hasta el infinito.

Ahora toca emprender, para bien o para mal, la mentalidad ha cambiado. Ahora estamos más cerca del sueño americano, de conseguirlo, más bien, porque no nos queda otra.

O seguimos esta tendencia o al paro directos. Y , los que tienen suerte de conservar su puesto, en muchos casos, la rutina les mata.

Nuestros alumnos lo ven, lo sienten, lo padecen en sus familias. ¿Cuántos se han quedado sin trabajo después de una magnífica carrera profesional? De partirse el alma cada día, más de ocho horas entregados a una empresa que al final no le debe nada y de la noche a la mañana te echa, te despide, se hunde…. Y ¡a nadie le importa!

Tenemos que plantearlo, definitivamente, desde otra perspectiva. Lo que ahora importa es hacer lo que te gusta, independientemente de lo que consigas con ello. Ahora lo importante es el medio, no el fin. Es disfrutar del camino, que no sabes a donde te lleva. Podrás tener éxito o no, pero mientras tanto serás feliz porque lo estás intentando y tu creatividad hará posible pequeños logros que te mantendrán en marcha y tranquilo.

Un cambio es posible y lo estamos viendo. Menos competitividad, más ayuda y colaboración. La gente se ayuda entre ella. Esto es lo que hay que cultivar desde pequeños: empatía, resilencia, creatividad y colaboración.

ESTO es lo que les va a ayudar en la vida a ser felices.