Un toque de violencia, de Jia Zhang-Ke
Por Ana Rodríguez , 26 julio, 2014
Difícil será, a poco que alguna vez hayas tenido alguna factura que otra sin pagar, que no seas capaz de sentirte identificado con las narraciones, basadas en hechos reales, de la película china “Un toque de violencia”. Son cuatro las historias de las que Jia Zhang-Ke, director premiado con el León de Oro en 2006 por la película Naturaleza muerta, se sirve esta vez para elaborar una dura reflexión alrededor de un único y universal tema: la violencia como consecuencia de la desigualdad.
Un minero agitado por la situación de corrupción que impera en su pueblo siente la necesidad de rebelarse. Un emigrante vuelve a casa y descubre las posibilidades que un arma de fuego puede ofrecerle. Una chica que trabaja en la recepción de una sauna y mantiene una complicada relación con un hombre casado descubre sus límites la noche que un cliente la agrede. Un joven se inicia en un mundo laboral de duras exigencias probando oficios aquí y allí en los que no acaba de encajar. Cuatro historias contadas con acentos diferentes nos sitúan en cuatro lugares distintos de la región de China, un país que cambia y prospera, pero no de la manera más equitativa posible, la disparidad entre pobre y ricos se dispara.
Y si, muchas veces, la cultura china se nos antoja lejana y contradictoria, Zhang-Ke consigue retratando a estos personajes tan dispares universalizar, sencillamente, uno de los grandes males de una sociedad contemporánea sucia y envenenada por el valor esclavizador del trabajo y el consumo.
La capacidad de resistencia del ser humano tiene límites insospechados, pero cuando nada tienes que perder y el alma ha sido maltratada, aparece el animal humano, desgarrado, peligroso… Y entonces, ya no hay retorno.
Si el gris no te decepciona, resulta una película visualmente muy atractiva. Aunque deberás digerir su ritmo que, sumado a un tipo de montaje lineal que se limita a suceder las cuatro narraciones cuyo único nexo en común es la repetición del mismo tema trasfondo en cuestión, puede resultar demasiado pausado. Lo que sí es improbable es que cuando salgas de la sala y vayas en dirección al metro no te provoque, por unos segundos, esa sensación desgarradora de injusticia y cierto sinsentido vital.
Puede que sobre sangre y que, como a mí, te resulte innecesario contemplar esas escenas que contienen recreaciones rigurosamente violentas en este cuento sobre la violencia. Estos fragmentos se muestran ralentizados, viran, de repente, de registro y evocan a las “wuxia pian” (género de artes marciales muy popular en China), lo que otorga a la película una mezcla de dramatismo e ingenuidad. Pero puede, también, que no sobren, y que al director no le haya quedado más remedio que exponerlos para hacer más honesta su propuesta: el recurso de mostrar la violencia como única posible contestación al mundo que la regenta. Y así, entre tanto, solidarizarse con sus personajes. Perdonarlos.
Premio a Mejor Guión en Cannes 2013
Título original: «Tian zhu ding»
País: China
Año de producción: 2013
Género: Drama
Duración: 133 minutos
Director: Jia Zhang- Ke
ESTRENO EN ESPAÑA 25 JULIO 2014
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