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Visualidad frente a memorieta: Flipped Classroom

Por Clara Cordero , 10 septiembre, 2014
Flipped classroom By Clara Cordero

Flipped classroom By Clara Cordero

Todos los años los educadores nos encontramos con un nuevo reto en nuestras aulas. Lidiar con la sed de aprendizaje de los alumnos y conseguir que no se aburran, y que esa ansia permanezca todo el año, y toda su vida. En nuestras manos está no acabar con esa motivación y esa curiosidad que sienten por las cosas. Por ello abogo por un cambio de mentalidad, de metodología. En la era de la visualidad, de la imagen, de lo instantáneo, y con tantas herramientas para ello, cambiemos el estilo de la clase, demosle la vuelta incluyendo vídeos explicativos, feedback interactivo, disponibilidad en redes y que en el aula realmente se ponga en práctica el conocimiento.

El hecho de llegar a la escuela para sentarse y leer lo que dicen los libros de texto es, como poco, inútil. Los libros están para consultar, el maestro para acompañar en el aprendizaje y el estudiante para aprender activamente. Si en vez de llevar la tarea a casa la hacemos en el cole, simplifica la vida de todos y realmente la escuela tendría su función pedagógica.

Para empezar el hecho de que las familias no tengan que hacer magia para que cada uno de sus hijos quede con el resto de sus compañeros de proyecto para realizarlo durante los fines de semana en la casa de alguno. Lo ideal sería hacerlo en el aula, donde realmente coinciden y sin tener que sacrificar el poco tiempo de ocio del que disfrutan.

En segundo lugar, aprovechar las tardes para que surjan oportunidades. Según la Flipped Classroom los alumnos disponen del material teórico online, a través de vídeos, y puede consultarlo en todo momento. A partir de ahí pueden investigar la mejor manera de llevar a cabo el estudio, el proyecto, o lo que tengan que aprender. Pueden buscar nuevos recursos que pondrán a disposición del aula al día siguiente para entre todos llegar a la solución y donde el docente será un mentor o guía en el camino, porque serán los propios estudiantes quienes resuelvan el problema.

Por supuesto, no podemos olvidarnos de la memoria, pero si podemos utilizarla de una manera más eficaz. Las cosas que se aprenden haciendo suelen permanecer en nuestra memoria a largo plazo, mientras que las leídas para la ocasión se olvidan después.

Buscar la personalización del aprendizaje unida a esa motivación y curiosidad individual y favoreciendo esa interacción en el aula provocará el debate de aprendizaje idóneo entre compañeros y profesor para realmente pensar en lo que están aprendiendo.

Quizá siendo un poco más innovadores y partiendo de esta nueva línea metodológica de la Flipped Classroom tengamos ocasión de comprobar como la autonomía e independencia que adquieren nuestros alumnos en el aprendizaje les vale para toda la vida.

Os dejo algunos enlaces muy interesantes para comenzar:


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