Rock of Ages. 2012
Por Francisco Collado , 25 julio, 2023
Rock of ages (Adam Shankman. 2012) es la adaptación cinematográfica de un exitoso musical de Broadway que presenta a un inesperado Tom Cruise; si hacemos excepción de Magnolia (Paul Thomas Anderson. 1999); hasta ahora de limitados recursos interpretativos. Lo mejor, son los números musicales enérgicos, aunque las versiones quizá no agraden a los acérrimos al cenáculo rockero. Imbuido de los cánones clásicos del musical, juega con encuentros, separaciones, amoríos, etc. que sirven de excusa para servir unos menús basados en éxitos ochentenos. Destaca por encima de todos el empresario interpretado por Paul Giamatti, los papeles más jugosos se suelen reservar siempre a la parte negativa del elenco. El resto de actores parece divertirse en los números musicales que sobrevuelan sobre una anécdota leve y bastante previsible. Cruise tiene una secuencia memorable mientras es entrevistado por una reportera de Rolling Stone
No hay que buscar arena, oscuridad o suciedad en esta obra, incluso las actitudes más extremas no recuerdan en ningún momento a los dioses del rock en el mundo real. Todo está pasado por un tamiz de corrección política (como buen musical), por supuesto escaso sexo y escasas drogas. No hay que tratar de localizar en este film al Shankman de Hayrspray (2007).
Este es uno de los lastres de la cinta. Los intérpretes parecen más cercanos a High School Musical que a unos rockeros y alguno de los números coreográficos como el interpretado por Zeta-Jones: Hit Me With Your Best Shot, no luce demasiado en cuando a la fotografía que se podría esperar del director.
Hay un notable trabajo en el diseño de producción (Jon Hutman) que recrea la sordidez ochentena de Subset Strip, así como un revival apreciable de la década más antiestética de la moda, por parte del diseño de vestuario (Rita Ryack) para un guión que no se toma demasiado en serio a si mismo, desarrollando un estilo juke-box, dentro del llamado musical mix-tape, donde las canciones son populares y no están escritas para desarrollar los personajes específicamente.
Mary J Blige está desaprovechada en su rol de mujer vociferante. Podríamos definir a Rock of Ages como una banalidad enormemente entretenida. Un inane homenaje a las bandas más potentes de música rock de la época que incluye canciones de Def Leppard, Poison, Journey, Twisted Sister, Bon Jovi, Foreigner, Night Ranger, Whitesnake y más, convirtiendo el film en una MTV de dos horas de duración.
No existe otro interés por parte de la dirección que prolongar una historia de amor al uso, rodeada de los parámetros clásicos a modo de video musical prolongado. Pese a ello se pueden encontrar buenos momentos como la escena donde Baldwin se luce frente a Cruise, los instantes de Zeta-Jones; que conoce el terreno del musical a fondo; o Malin Akeman como reportera de Rolling Stone.
Pese a ello, la recreación glam rocker de Cruise retrotrae a aquellos cantantes de los 80, a pesar de que la inclusión de tantas canciones, no permite tiempo real para un arco de personajes que devienen superficiales, en busca de un hilo narrativo.
Estamos ante un placer efímero, con un cierto regusto de culpabilidad en el goce para el cinéfilo exigente. Pero el hedonismo del rock hace perdonar los defectos y carencias, pasando por el autotune y el singback, aunque nadie el equipo parece habérselo tomado demasiado en serio al pergeñar este puzzle de éxitos ochenteros, engarzados con carencia de arco narrativo coherente. A los amantes de la década, les quedan las canciones, la potente recreación del vestuario y la intención icónico-irónica del personaje de Cruise con respecto a los mitos de aquellos años.
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