Honestamente orgullosa
Por Mariano Velasco Escudero , 8 julio, 2022
Alba Reche, inmejorable broche final de las celebraciones del Orgullo 2022 de Madrid
Alba Reche, con la bandera del Orgullo. Fotografía de @photopey_
Fotografías: Silvia Peydró @photopey_
En esta vida de Dios, tan conflictiva ella por naturaleza, acaba uno por tener que estar siempre decidiéndose entre estar a favor o en contra de según cuáles reivindicaciones, sobre todo si generan conflictos de intereses, opiniones enfrentadas u obligan a decantarse por una parte para ponerse en contra de la contraria. Pero si hay una reivindicación que no genera, o no debería generar, ningún tipo de conflicto, porque no se enfrenta ni al Tato ni se pone en contra de nada de nada, esa es la del Orgullo. Y encima va y lo hace pregonando valores tan necesarios como el amor, el afecto y el sentimiento, el de estar orgullosos de ser lo que somos, de cómo nos sentimos y de amar a quien queramos amar libre, sana y respetuosamente, oiga.
Tal vez, no sé, la mala fama que algunos atribuyen a la celebración del Orgullo, que haberlos haylos, le venga por lo que tiene de ambiente lúdico, incluso de cierta inclinación hacia lo superficial o por cierta tendencia a la exhibición “erótico-festiva” que se le supone. Actitud esta que, si la hubiere, digo yo que ni causa mal a nadie ni es, ni mucho menos, por muy llamativo que resulte, el eje principal de la reivindicación del Día del Orgullo. Reivindicación que viene no de una celebración en sí, sino del infausto recuerdo de aquella represión sufrida por personas con orientaciones sexuales e identidades de género tradicionalmente marginadas. Lo que pasa es que el Orgullo ha tenido la virtud de darle la vuelta a la tortilla y saber convertir en festivo lo que en su origen no lo fue ni lo más mínimo.
Han existido, desde el principio de los tiempos orgullosos, muchas figuras que se han erigido, voluntaria o involuntariamente, en imagen o icono de la reivindicación del Orgullo, rostros de sobra conocidos que han venido siempre muy bien para visibilizar a un colectivo que necesitaba precisamente de eso. Ahí está este año el ejemplo de Chanel quien, superadas ya las críticas al valor literario y profundidad filosófica de su “apena’ hago doom, doom con mi boom, boom”, disfruta del subidón de la enorme popularidad que se ha ganado a pulso, y que ha sido la encargada de pronunciar el pregón del Orgullo de Madrid. ¡Bravo por ella! Pero es que hay también otros referentes, tal vez de un perfil más discreto, pero que acaban resultando tanto o más necesarios para la causa.
Alba Reche. Fotografía de @photopey_
Mi icono favorito del Orgullo es la cantante Alba Reche. Porque, además de la profunda admiración que la tengo como artista, convencido estoy de que es de esas personas que, con su actitud encima y también fuera de los escenarios, siempre suman que te suma, nunca restan que te resta. Vamos, que si hubiera que ponerle banda sonora a ese “Sumar”, la nueva marca de Yolanda Díaz…, blanco y en botella. Y en mi caso personal, Alba Reche logra que, sin pertenecer al colectivo, me sume enterito a las reivindicaciones del Orgullo como el que más.
Alba Reche, en el Festival de les Arts 2022 (Valencia). Fotografía de @photopey_
Pues mira tú por dónde que diríase que las fuerzas vivas del Consistorio de la Villa y Corte de Madrid hubiéranse confabulado, ellas solitas y sin quererlo, para que el de Alba Reche acabe siendo, ¡yuhu!, el concierto que cierre este ajetreado Orgullo 2022 al que han querido bajar el volumen, dejar sin banderas y, si nos descuidamos, sin actuaciones tras suspender primero, y luego reubicar, las inicialmente previstas en la emblemática Plaza de las Reinas, entre ellas la de la propia Alba Reche.
Alba Reche. Fotografía de @photopey_
Hablando sobre el Orgullo, Alba venía a decir recientemente en un programa de televisión que sí, que cuando se refieren a ella como miembro del colectivo, ella es eso y bien orgullosa que está de serlo. Pero que también es “muchísimas cosas más”. Acertadísima reflexión la suya, porque al final no estamos hablando de “personas diferentes” sino de “personas”. Y tampoco hablamos de “derechos excepcionales”, sino simplemente de “derechos humanos”. Nada más y nada menos.
Alba Reche. Fotografía de @photopey_
A propósito, el próximo trabajo de Alba, que verá la luz este otoño y que llevará por título “Honestamente triste” se adivina, por lo que ya se sabe de él, como una reflexión sincera sobre todas esas “muchísimas cosas más” que ella reconoce ser. Algunas tristes, sí, pero también otras muchas alegres, que de todo ha de haber en la personalidad de cada cual. Y al final para concluir que de lo bueno y de lo no tan bueno (me atrevo a aventurar que “Esa también fui yo (quiero acordarme)” va a ser la joya de este trabajo) esta persona puede sentirse honestamente orgullosa. Siendo fiel a esa pretensión de sumar, las canciones de Alba Reche, las anteriores y seguro que también estas nuevas, no van dirigidas únicamente a un público LGTBI, sino que lo están, dirigidas directitas digo, a todo aquel que posea un mínimo de sensibilidad en las venas.
Alba Reche. Fotografía de @photopey_
Con esa sorprendente y única facilidad que posee esta mujer para hacer que la tristeza devenga en alegría, para trasmutar la simpatía en empatía, para hacer de la humildad orgullo y para convertir, como ahora, una puñetera y traicionera suspensión de su concierto en lo que al final va a ser la guinda para este pastel, Alba Reche cerrará definitivamente este Orgullo 2022 con su actuación el domingo 10 de julio a las 22:25 en la Plaza de Barceló de Madrid. Y a buen seguro que lo hará dejando las puertas abiertas de par en par para que todo aquel que quiera se sume a las celebraciones del Orgullo.
Así que yo, con el permiso de Alba Reche, reina entre las reinas, no me lo pienso y voy, corre que te corre, y me cuelo hasta el fondo. ¡Feliz Orgullo!
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