La Croqueta, la más pedida en el Día Mundial de la Tapa
Por Elizabeth Salvatierra , 22 junio, 2025
Por Elizabeth Salvatierra /
Es la semana de la tapa, en la que se rinde homenaje a uno de nuestros bocados favoritos: la croqueta; todos los bares y restaurantes del castizo barrio madrileño de Lavapiés sirven una croqueta exclusiva por solo 1’5€, con variedades y sabores para todos los gustos: de salmorejo, de txangurro a la donostiarra, de carabineros y puerros, de cabrales, champiñones y queso azul, tropicales con papa asada y chutney de mango o afrancesadas con magret de pato y rilletes de oca, ¿alguien se atreve con una croqueta de huevo Kinder?
Aunque algunos todavía se decantan por una tapa de tortilla de patata o de bravas, en Lavapiés la más pedida es la croqueta. Las hay veganas que saben a pollo y de boletus con nuez moscada, vegetarianas de Gruyere con sriracha picante o de pesto genovés, y muy carnívoras de rabo de toro endiablado. También gallegas con queso San Simón da Costa o exóticas de yuca cocida con harina de arroz, sin faltar las ibéricas de pura cepa con cecina de León y las diferentes versiones de todo un clásico, la croqueta de jamón. Además, la bechamel de las croquetas del Día Mundial de la Tapa en Lavapiés vuelve a elaborarse con Leche Madriz, cooperativa madrileña certificada en Bienestar Animal, que regala seis litros de sus granjas sostenibles a cada participante.
La chef riojana Lucía Grávalos, defensora de la cocina sostenible y la ganadería regenerativa desde los fogones de Desborre en Madrid, restaurante recomendado por la Guía Michelín 2025, impartió un showcooking en directo. La cocinera que se inspira en las recetas de su abuela, nos enseñó a hacer cuatro variedades de croquetas, desde la tradicional de jamón y huevo, a la vegetal y la verde en copa con las verduras como seña de identidad, dando inicio de forma magistral a esta concurrida fiesta de la croqueta.
Por quinto año consecutivo bares y restaurantes emblemáticos de Lavapiés le dan una vuelta a la croqueta con propuestas sorprendentes. Entre ellas, la ‘carabicreta’ de La Caníbal (Argumosa, 28), de carabineros con puerros reducidos en albariño, panceta curada y queso artesano de pequeño productor, en una filosofía sostenible y de cocina de proximidad acorde al espíritu gastronómico del barrio. Aunque para original la ‘croqueta Kinder’ de El Rincón Guay (Embajadores, 62), rellena de corazón de chocolate Kinder, en una deliciosa combinación de dulce y salado.
La ‘txangurro’ de El Económico (Argumosa, 9) nos devuelve al sabor del mar de este pescado vasco mezclado con carne desmenuzada. Otras se elaboran con quesos artesanos que aportan una inconfundible cremosidad, como la ‘gruyere’ de Gracias Vieja (Lavapiés, 25), o ‘la gringa’ de queso de cabra y jalapeño de La Lata de Cascorro (Embajadores, 1), de dorado crujiente rebozada en panko.
KSDAL (Argumosa, 30) convierte la boulette de Parmentier o albóndiga de carne francesa en una sofisticada croqueta con puré de patata, cebolla confitada, magret de pato y rilletes de oca (hebras de carne confitadas), empanada con pan y sésamo. La combinación de cecina y queso San Simón da Costa aporta un ahumado inconfundible en la ‘fumeta’ de Portomarín (Valencia, 4).
Para los vegetarianos, las croquetas de Darbuka Bar (Buenavista, 46) ya lo dice todo, con el toque egipcio del taamya o falafel de habas. Por otra parte, Xantico (Doctor Piga, 21) recupera las croquetas caseras de jamón, huevo y pollo, al más puro estilo de nuestras abuelas. Sin embargo, la croqueta vegana de Santa y Pura (Santa Isabel, 27) sustituye el pollo por proteína vegetal sin perder un ápice de sabor.
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